¡No a la pena de muerte!
Los y las presas políticas vascas dispersadas en prisiones del estado Español y Francés están en una situación muy preocupante, a consecuencia de la cruel política penitenciaria que se aplica expresamente en su contra.
La negación de los derechos humanos es el pan de cada día en las prisiones. Los dos gobiernos continuan con la política de aniquilamiento personal de los y las presas políticas vascas, mediante medidas que provocan su aislamiento, dificultan la comunicación y pisotean sus más elementales derechos.
La negación de los derechos humanos es el pan de cada día en las prisiones. Los dos gobiernos continuan con la política de aniquilamiento personal de los y las presas políticas vascas, mediante medidas que provocan su aislamiento, dificultan la comunicación y pisotean sus más elementales derechos.
Las medidas tomadas en los últimos años con los presos y presas políticas vascas siguen esa misma dirección, siendo la cadena perpetua y la pena de muerte impuesta a los y las presas con enfermedades graves sus más crudas expresiones. ¿Como se comprende sino que se mantengan a los y las presas que padecen enfermedades como el cáncer, en prisión? ¿Como se comprende que se alarguen las condenas en 10 años a los presos y presas que han cumplido ya 20 años de prisión? Las medidas de excepción que se están tomando contra los y las presas políticas vascas tienen objetivos muy claros.
Pero estas medidas no están dirigidas solamente a las prisiones. Junto con los y las presas tambien se castiga a las personas allegadas a ellas, que se ven obligadas ha realizar miles de kilómetros cada semana. La obligación de permanecer durante horas en la carretera para realizar una visita de 40 minutos, muestra claramente la medida de crueldad de la dispersión. Esta medida provoca a los familiares graves consecuencias económicas y físicas, aparte del peligro que supone el realizar todos estos kilómetros. La consecuencia más grave es la muerte, como muestra la lista de los 16 familiares que han muerto de camino a prisión.
Pero estas medidas no están dirigidas solamente a las prisiones. Junto con los y las presas tambien se castiga a las personas allegadas a ellas, que se ven obligadas ha realizar miles de kilómetros cada semana. La obligación de permanecer durante horas en la carretera para realizar una visita de 40 minutos, muestra claramente la medida de crueldad de la dispersión. Esta medida provoca a los familiares graves consecuencias económicas y físicas, aparte del peligro que supone el realizar todos estos kilómetros. La consecuencia más grave es la muerte, como muestra la lista de los 16 familiares que han muerto de camino a prisión.
Podríamos poner más ejemplos, para llegar siempre a la misma conclusión:
Los y las presas políticas vascas sufren una persecución diária en las prisiones.
Hacemos la siguiente petición a los gobiernos Español y Francés, responsables directos de esta situación:
-Que liberen inmediatamente a los las presas políticas vascas con enfermedades graves.
-Que dejen a un lado las medidas para aplicar la cadena perpetua: Liberando a los y las presas que hayan cumplido su condena, y dejando en paz a los y las ex-presas que están en libertad.
-Que traigan a los y las presas vascas a Euskal Herria, acabando de una vez con la política de dispersión y el aislamiento.
Queremos realizar otro llamamiento a la sociedad vasca.
Queremos realizar otro llamamiento a la sociedad vasca.
Solamente con la implicación y el trabajo de los y las ciudadanas conseguiremos alcanzar estos objetivos. Se ha trabajado mucho durante estos años, pero la situación sigue siendo grave y nos queda mucho por hacer.
En esta dirección realizamos el llamamiento a participar en la manifestación que se celebrará el día 3 de Enero en Bilbo, en favor de los derechos de los y las presas políticas vascas.
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